Lilia es una viuda aún joven que vive con su hija adolescente Salma. Su existencia es enteramente normal, hasta el momento en que, al intentar proteger a su hija, quien mantiene un romance con un músico de cabaret, descubre la vida nocturna en dichos lugares. Allí, un atrayente e inquietante mundo nuevo, lleno de placeres desconocidos, se abre ante la protagonista, quien descubre en ese ámbito, además de la amistad, su gran talento para la danza, a través de la cual recupera su sexualidad reprimida ante la presión social. Así, Lilia pasa de madre ejemplar a deseada mujer de la noche, aunque eso signifique competir con Salma por el amor del mismo hombre.