Hilda es una mujer solitaria que vive en el pueblo de Concepción y que intencionalmente quiebra cualquier tipo de relación afectiva con las personas de su entorno cercano. Su vida se ve interrumpida por el aviso de que su hijo viene a visitarla después de varios años. Así, comienza los preparativos para mejorar su casa y su imagen, que han decaído en los últimos tiempos. Cuando la fecha se acerca, su hijo cancela la visita y la pospone por tiempo indeterminado. Ahora Hilda deberá vivir un verano en el pasado.