Cassandra es una adolescente que busca a Dios, por lo que ingresa en el grupo juvenil de la parroquia. Allí conoce al padre Agustín, quien la desata en la confusión, en la frontera entre el amor carnal y una relación paternal. Todo se acentúa cuando van a un retiro espiritual a la costa, donde el resto de los miembros del grupo mostrarán sus verdaderos colores.