Ramón Alvia es un boxeador profesional que, si bien ha ganado varios campeonatos internacionales, ya tiene casi cuarenta años y está al final de su carrera. Su esposa y sus hijos pretenden que se retire y se dedique a otra actividad. Él se resiste, siente que es joven y que puede seguir con su carrera. En el gimnasio, Ramón descubre entre los jóvenes boxeadores a Deborah, una bella y joven mexicana. Seducido por la fuerza salvaje de ella, Ramón siente que recupera su vigor y abandona a su familia y se enfrenta con su manager. Se aíslan, entregándose a una relación pasional en la que el placer y el dolor están íntimamente unidos y la violencia aumenta en cada round.