Colmillo Blanco era un cachorro mitad perro, mitad lobo, que vivía en el bosque junto a su madre. Un día fue descubierto por los indios, quienes se lo llevaron al poblado. Su primer amo, Castor Gris, lo vendió a un hombre blanco llamado Beauty Smith. Éste era muy cruel y malvado. Maltrató cuanto pudo a Colmillo y le hizo pelear con otros perros para enriquecerse con sus victorias. Al final, Weedon Scott, una buena persona, amante de los animales, se convirtió en el nuevo amo de Colmillo para el cual sólo tuvo bondad y mucho amor.