Rodrigo Saracho huye después de haber cometido un asesinato. En su huída recuerda las circunstancias que lo orillaron a matar a don Saúl, jefe de un grupo de mafiosos. Rodrigo era un boxeador con mucho futuro que se vió envuelto en el tráfico de drogas. Al querer reiniciar su vida, Rodrigo se da cuenta de que está atrapado y que la única manera de zafarse es por la fuerza.