Debido a la crisis financiera, muchas fábricas en China se ven obligadas a cerrar sus puertas a fines de 2008. Zhang Xiaojun pierde su trabajo en una fábrica de zapatos. Un día, un guardia de supermercado lo golpea, pensando que Zhang es un ladrón. En vano, le pide al gerente del supermercado una reparación financiera. El deseo más querido de Zhang es regresar a su aldea y convertirse en agricultor. Pero justo antes de su partida, la policía lo arresta. El gerente del supermercado también tiene sus problemas. En una noche de luna llena, las historias convergen en una casa de té cerca de la muralla de la ciudad.