Gilles Gabriel, un cantante de los años 80 que vuelve a los escenarios, muere en un accidente de coche causado por Jean-Christian Ranu, un contable del COGIP. Pero Gilles no ha muerto del todo: su espíritu se ha introducido en el cuerpo de Ranu, que se pregunta quién puede ser esa persona que ocupa su mente. Salvo el cuerpo que comparten, Gilles y Ranu no tienen nada en común.