Cuarta entrega de las aventuras de Don Camilo y el alcalde Peppone. Ahora Don Camilo ha sido nombrado monseñor, y Peppone es senador. Ambos coinciden en Roma, donde continúan sus cordiales diferencias. A modo de viñetas con la nostalgia por el terruño junto al Po al fondo, tienen intereses comunes como en la boda del hijo de Peppone, que oficiará don Camilo, o el acuerdo sobre la capilla de la Virgen del Borghetto.