Mientras se extinguen los últimos vestigios del Imperio y el rey Felipe II (1559-1598) agoniza a la sombra del esplendor perdido, un hombre, desafiando los designios divinos y la justicia humana, convierte sus pasiones en destino y su voluntad en ley. Su fama es tan grande como su orgullo. Su condena, eterna. Su nombre, una leyenda: Don Juan. Libre adaptación del "Don Juan" de Moliére.